jueves, 8 de marzo de 2012

Declaración de los derechos del niño

Artículo 1º.



El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.



Artículo 2º.



El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.



Artículo 3º.



El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.



Artículo 4º.



El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social.
Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal.
El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.



Artículo 5º.



El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.



Artículo 6º.



El niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión.
Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia.
Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.



Artículo 7º.



El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.
El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.
El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.



Artículo 8º.



El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.



Artículo 9º.



El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.
No será objeto de ningún tipo de trata.
No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.



Artículo 10º.



El niño debe ser protegido contra las prácticas qeu puedan fomentar la discriminación racial, religiosa, o de cualquiera otra índole.
Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.

jueves, 2 de febrero de 2012

Derechos Humanos

“Sostento que cuanto más indefensa es una criatura, más derechos tiene a ser protegida por el ser hombre contra la crueldad del hombre”

                                          Frase de: Mahatma Gandhi

miércoles, 18 de enero de 2012

Forma de Vida

Un hombre llamado Adrián, vivía en una gran casa a las afueras de Madrid, había estudiado una gran carrera universitaria por ello tenía un gran puesto laboral del que sacaba numerosos ingresos económicos. Poseía además numerosos coches y viviendas.

Un día iba caminando por la calle, se encontró con una familia que se encontraban pidiendo dinero en la calle.

Se sorprendió mucho al ver la situación en la que se encontraban y las caritas de pena que tenían todos, no dudo ni un instante en ofrecerles unas cuantas monedas, las dárselas vio como en cada uno de ellos se dibujaba una bonita sonrisa de agradecimiento.

De vuelta a casa Adrián empezó a reflexionar, sobre aquella familia tan pobre y lo feliz que era con poquito que tuviera.

Y se dio cuenta de que el conocimiento y la riqueza por sí mismos no tienen ninguna utilidad si no se emplean en la búsqueda de la felicidad.

                                                   

                                           Texto basado en la forma de vida de Épicuro

viernes, 9 de diciembre de 2011

¿SOY MÁS LIBRE SI CONTROLO MIS EMOCIONES?- RAFAEL FALCÓN



Esta pregunta es un gran dilema,  que probablemente ninguno de nosotros nos la habíamos planteado nunca, hasta que alguien la formulo, y nos hizo pensar y reflexionar si realmente soy más libre si controlo mis emociones o todo lo contrario.

Pero, ¿realmente que son las emociones? Las emociones son experiencias muy complejas y para expresarlas utilizamos una gran variedad de términos, además de gestos y actitudes. De hecho, podemos utilizar todas las palabras del diccionario para expresar emociones distintas y, por tanto, es imposible hacer una descripción y clasificación de todas las emociones que podemos experimentar. Sin embargo, el vocabulario usual para describir las emociones es mucho más reducido y ello permite que las personas de un mismo entorno cultural puedan compartirlas. La complejidad con la que podemos expresar nuestras emociones nos hace pensar que la emoción es un proceso multifactorial o multidimensional. Uno siempre tiene la impresión de que le faltan palabras para describir con precisión sus emociones. Es decir, toda emoción representa una magnitud o medida a lo largo de un continuo, que puede tomar valores positivos o negativos. Se puede decir, que las emociones no son entidades psicológicas simples, sino una combinación compleja de aspectos fisiológicos, sociales, y psicológicos dentro de una misma situación polifacética, como respuesta orgánica a la consecución de un objetivo, de una necesidad o de una motivación. Las emociones nos controlan, nos impiden decidir ellas deciden por nosotros, aunque parezca un poco extraño. Te sientes esclavizado, y los sentimientos de tristeza, miedo y enfado se adueñan de ti. Entonces en vez de enfrentarnos a ellos, empezamos a generar emociones armoniosas: Sentirme más liberado, asumir el control de mi vida, generar los mejores sentimientos, darle sentido y valor a mi vida…El miedo nos influye demasiado en nuestras emociones, este sentimiento es el que más nos condiciona, no impide expresarnos como realmente queremos.

Opino, que si se puede llegar a ser más libre si controlas tus emociones, la libertad con las emociones en ciertos aspectos están unidas, pero realmente las emociones no se pueden controlar, son ellas las que te controlan a ti, son ellas la que te guían a realizar acciones, solo atreves de ellas nos podemos realmente expresar y decir lo que pensamos. Por ello es bastante difícil ser libre controlando tus emociones.

Como decía una frase célebre de Dalai Lama:

Como las emociones son estados mentales, el método para manejarlas debe venir de nuestro adentro. No existe otra alternativa. No pueden ser liberadas por técnicas externas”

viernes, 25 de noviembre de 2011

¡Vive!

Algunas personas parecen condenadas a vivir encadenadas a un fracaso, una herida del pasado que nunca deja de doler; amargados por injusticias de la vida, abandonos, frustraciones, no haber podido hacer lo que querían, pérdidas de trabajo o de dinero, traiciones, no logran perdonar ni perdonarse y siguen masticando su amargura toda la vida. Como los define Martín Descalzo, “estatuas de sal que no logran vivir el presente de tanto mirar hacia atrás”.
Otras también parecen vivir encerrados en el pasado, pensando que “todo tiempo pasado fue mejor”, que las cosas ya no son como antes y extrañan una época idealizada en su imaginación. No les gusta el presente pero no son capaces de cambiarlo, por eso dedican su energía a lamentarse y a suspirar por lo que ya fue. Sin embargo el presente es en buena medida resultado del pasado que fuimos, o no, capaces de construir.
El pasado es útil si nos sirve para iluminar el presente y para alimentar el futuro; vale la pena pensar en el pasado si no es una añoranza estéril sino un trampolín para el presente y el futuro. Aquellas personas a las que el pasado las paraliza y consume, temen al futuro, les intimida o aterroriza lo que no conocen y está por venir.
El pasado los va devorando poco a poco, como esas arañas que inmovilizan a su víctima para luego consumirla lentamente. Sin embargo el futuro también puede actuar como un condicionante; no se atreven a enfrentarlo, aplazan todo lo que pueden su propio futuro o lo retrasan porque todo se les hace difícil, les falta ánimo y siempre dejan las cosas para más adelante sin realizarlas jamás.
El pasado o el futuro obran de esta manera como una droga que permite evadirse de la realidad del presente; los fantasmas del pasado disfrazan el presente de aquellas personas que no tienen el valor de tomar las riendas de su vida, asumir su pasado y afrontar con entusiasmo y alegría el futuro.
La vida nos presenta distintas situaciones; para tener una vida plena, no es necesario fabricarse un mundo idílico donde todo está bien y es perfecto, ya que eso es imposible, sino que es preciso saber lo que hay que hacer hoy, tomar conciencia del presente y de la realidad y tratar de ser felices y hacer felices a los demás, aceptando con paz y amor cada situación que la vida nos presente que no podamos cambiar, pero también tratando de modificar aquellas realidades que nos resultan adversas.
“El que queda en el pasado, no vive el presente y tampoco puede imaginar el futuro”.
Autora: Marcela E. Diaz